Los miembros de la tripulación le dicen a mamá que se baje del avión. Cuando ella pregunta por qué, le dicen que aún no puede ir a casa.

Lo primero que viene a la mente cuando ves historias de aviones en la TV es que probablemente se trate de algún otro desafortunado incidente que los pasajeros han tenido que enfrentar a manos de la aerolínea. No es conmovedor en absoluto ver pasajeros siendo bajados de vuelos que ya han pagado por sobre-venta; o, en un acontecimiento más reciente, una mamá siendo atacada con la carriola de su bebé en el avión por uno de los miembros de la tripulación.

Pero por suerte la historia de esta publicación es muy diferente. Cuando lees algo como esto para variar, en realidad te da ese sentimiento de “simpatía” por las aeromozas y los valores que mantienen en alto cuando se trata de servicio al cliente.

Peggy Uhle estaba en un vuelo de Southwest Airlines de Chicago a Columbus, Ohio, cuando el avión que ya carreteaba regresó hacia la puerta de embarque. Mientras el avión se aproximaba a la puerta, una aeromoza le dijo a Peggy que debía descender del avión. Aquí es donde la historia habitualmente se vuelve desagradable, pero no en este caso.

El agente de la puerta le dijo que llamara a su esposo lo antes posible y esto distrajo a Peggy de pensar que estaba en el vuelo equivocado. Es cuando llama a su esposo que se entera de que su hijo ha sufrido una lesión en la cabeza y está en coma. En este momento, Peggy piensa frenéticamente en lo que puede hacer para llegar hasta su hijo lo antes posible. Pero entonces viene otra (más placentera) sorpresa: la aerolínea ya ha hecho los arreglos por ella.

“El agente de la puerta ya conocía la situación y me había reservado un vuelo directo a Denver que salía en las siguientes dos horas”, dijo ella. “Me ofrecieron un área de espera privada, redirigieron mi equipaje, me permitieron abordar primero, e [incluso] me empaquetaron un almuerzo para cuando bajara del avión en Denver”. Peggy dijo que Southwest no sólo envió su equipaje hasta donde ella se quedaría, sino que también llamaron para saber cómo estaba su hijo. ¡Esto es algo muy raro de escuchar por estos días! Y la cereza de la torta es que no le cobraron ninguno de estos servicios. Muy fabuloso.

El hijo de Peggy sigue padeciendo una seria lesión en la cabeza, pero está camino a recuperarse. Y gracias a Southwest Airlines, ella pudo estar junto a su hijo en cuanto se enteró de la noticia.

¡Si estás asombrado por lo que Southwest hizo por su pasajera, entonces no olvides dar un “me gusta” y compartir esta publicación!