Un soldado es obligado a dejar atrás a un perro rescatado en Irak. Un mes después, se encuentran en el otro lado del mundo.

Todos los perros son especiales, pero Ollie lo es especialmente, pues ha viajado desde el otro lado del mundo en un viaje impresionante para reunirse con su dueño en lo que ahora es su hogar.

La historia de Ollie y Ken comienza cuando Ken, un soldado, fue destinado a Irak. Ollie era sólo un cachorrito cuando se ganó el corazón de Ken y el resto de los soldados de la base. Por supuesto, los cachorros son increíblemente difíciles de resistir, pero Ollie hizo un enorme esfuerzo para hacerse amigo de los soldados. No hace mucho que los soldados alimentaban al cachorrito y lo mantenían bajo su protección.

Se encariñó mucho con Ken, quien tomó el papel de ser quien lo alimentaba y cuidaba. Ollie indudablemente se convirtió en su mejor amigo. Pero Ollie sirvió como mascota para todos allí, e indudablemente les levantaba la moral a los soldados, destinados en condiciones difíciles, enfrentando peligros todos los días y perdiendo amigos y seres queridos allá en casa. Siempre tuvieron el sonriente rostro de Ollie esperándolos cada vez que regresaban.

“Él estaba allí cuando nos íbamos a una misión, y estaba allí cuando regresábamos”, dijo Ken.

Llegó el momento en que Ken debía abandonar Irak, y sencillamente no podía imaginar dejar a su mejor amigo atrás. Salvado de las calles siendo cachorro, Ollie había sido criado con amor y bondad, que él devolvió diez veces. No había manera en que un buen perro bien educado pudiera sobrevivir en las calles, especialmente en un entorno que era especialmente desagradable.

Entonces, Ken organizó una manera de llevar a Ollie a su casa en California. Contactó a SPCA International, quienes con generosas donaciones ayudaron a transportar a Ollie hasta Ken. No podemos estar más felices con el resultado.

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