La abuela no quería una renovación, pero la hija la obligó a hacer una transformación drástica

Cuanto más ocupada se hace la vida, menos tendemos a ocuparnos de lo “menos importante”; invertimos más energía en las cosas que creemos que son más cruciales: trabajo, educación, criar los hijos, y la familia. Es como un conflicto del tipo de la Pirámide de Maslow en la que buscamos satisfacer ciertos deseos y necesidades antes que cualquier otra cosa.

Como ejemplo, es más probable que muchas madres se aseguren de que sus hijos coman antes que ellas. Asimismo, un estudiante universitario altamente motivado en una buena universidad priorizará probablemente el estudio por sobre un sueño adecuado. Cada uno tiene su propia jerarquía de necesidades y lo que priorizamos como lo más importante.

Pero para una mujer llamada Cathy, su apariencia se estancada mientras criaba a sus hijos; tan estancada que aún usa el mismo peinado de los ’80, y vieja ropa informal que ya no estaba de moda para cuando llegó el 2018. Si bien no tiene absolutamente nada de malo en que te guste cierto estilo o en no estar abierto a hacer cambios físicos si estás contenta como estás, la hija de Cathy, Kayla Fidler, hizo que su mamá fuera al programa de Rachael Ray para una renovación especial bien merecida.

Es interesante que no es que Cathy no quisiese cambiar, sino que tiene miedo de hacerlo porque todo entra en el terreno de lo desconocido, y no sabe si lo desconocido será en realidad peor de lo que tiene ahora. Cathy dice que se abstuvo de cortarse el cabello y que no ha puesto un pie en una peluquería en al menos 25 años.
Por suerte la mujer decidió seguir adelante con la renovación. ¡Y se ve como una mujer completamente nueva una vez que pasa por ello! Aparece con su cabello más corto, el rostro completamente maquillado, un vestido rojo muy sexy y zapatos de taco alto de leopardo. ¡Hermosa!

La renovación fue tan impresionante que la hija de Cathy derramó algunas lágrimas cuando la vio por primera vez. ¡Incluso Cathy está asombrada al verse a sí misma, pues pasó de ropa holgada y cabello extra largo a un vestido ajustado y un peinado moderno!

¡Dios mío, se ve impresionante!”, proclama Rachael Ray.

En resumidas cuentas, la renovación de Cathy es la prueba viviente de que cuando tienes miedo de cambiar las cosas, lanzarte a ello puede ayudarte a ser la mejor versión de ti misma. Está bien temer al cambio. De hecho, está bien no cambiar. Pero cuando el cambio es lo que oculta tu verdadero yo, entonces es vital combatir y avanzar. ¡Aplaudo su valentía!

Para ver esta intensa transformación, mira el video de abajo. ¡No podrás creer la transición!