Pequeño baila a un lado. De pronto se detiene para mirar antes de robarse el espectáculo.

Creo que los únicos pasos de baile que memoricé son los de Macarena, y unos pocos de los cursis, como el de la cortadora de césped y el Hombre Corriendo. Estos se quedaron conmigo con los años, ¡y son viejos! Los aprendí cuando era chica. Absorber nuevos pasos de baile exige dedicación, práctica y mucho tiempo mirando a alguien hacerlo, o conseguir un profesor que nos guíe con los pasos. Luego, una vez que los aprendiste, ¡la única forma de retenerlos es seguir haciéndolos para no olvidarlos!

Tomemos a este muchachito, eclipsando totalmente a las bailarinas detrás de él —movimiento a movimiento ¡y por momentos, de espaldas a ellas, sin siquiera mirarlas cuando hacen la rutina!

Bailar es más que sólo mover los brazos y piernas y sacudir las caderas. Si bien es físico, hay una gran parte de la imagen que es más profunda. No puedes evitar sentirlo dentro de ti, en tu centro y al nivel del alma. cuando la música está bien y se dan las condiciones, no hay nada mejor que una sesión de baile para hacerte sentir bien con el mundo.

Este pequeño indudablemente lo siente. Sin embarazo alguno, hace esto por sí mismo y sin ayuda de nadie. No teme a nada cuando su alma se enciende al entrar a la pista de baile. Incluso aunque no puedas ver al público real, sus sombras se ven en el suelo y prueban que este pequeño tiene unos cuantos fans, ¡su baile hace que todos a su alrededor lo alienten!

¡Haz clic abajo para ver a este pequeño petardo realizar el espectáculo completo él mismo!