Cuando nos rodean las tinieblas, como en estos momentos actuales, buscamos inspiración en cualquier lugar que podamos. Buscamos a figuras públicas positivas en las redes sociales, buscamos citas optimistas en línea, leemos un libro divertido o una película alegre, y buscamos el consejo de los demás. A veces, ser positivo es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Sin embargo, si logramos tener éxito en convencernos de ser un poco más felices, mucho mejor.
Una fuente de inspiración que ha conmovido a muchos, especialmente durante este angustiante Coronavirus, es el Takizakura (cerezo cascada) de 1.000 años en Miharu, Fukushima, en Japón. Cada año, el enorme y anciano árbol atrae a cientos y miles de turistas y residentes japoneses. Aunque ahora mismo la gente no puede visitarlo debido a las restricciones de viajes, el árbol juega un rol central en mantener a la gente optimista, con los pies en la tierra y con esperanza durante estos tiempos de incertidumbre.
Pero ¿cómo brinda fortaleza a la gente un viejo árbol?
Le preguntamos a Sidafumi Hirata, de 53 años.
“Este árbol ha vivido muchísimo, y cuanto más vives más eventos malos ves. Por ese, ella ha visto más cosas malas, pero también ha visto que la buena vida está hecha de capas y capas de cosas malas y buenas”, dijo Hirata.
Si bien ninguno de nosotros ha estado aquí tanto como el Takizakura, los japoneses han visto el tipo de traumas por las que el árbol ha pasado durante años recientes.
Por ejemplo, en 2011 Fukushima experimentó un accidente nuclear luego del peor terremoto en la historia de Japón generara un tsunami. Como resultado del accidente, se generaron olas de peligrosa radiación. Pero a pesar de todo —el terremoto, el tsunami, y el accidente en el reactor nuclear que sucedió apenas a 30 millas del árbol—, sobrevivió durante todo el trauma sin daños evidentes.
Si este anciano cerezo nos enseña algo, es a mantener la frente alta y la fortaleza, sin importar lo que la vida nos arroje en el camino. Muchas cosas en la vida están fuera de nuestro control, pero a fin de cuentas, no se trata de lo que nos sucede, sino más bien qué hacemos con ello.
Debajo verás imágenes del Takizakura. ¡Para ser tan viejo, es absolutamente impresionante!
Y aquí tienes un acercamiento de esta increíble maravilla. Nunca vi un árbol como este antes.
Una imagen de los visitantes antes de la cuarentena.
Sidafumi Hirata y su equipo construyeron largos soportes de madera para ayudar al árbol a aguantar el peso de la nieve durante el invierno.
Una vez que todo esto termine, ¿cuántos de ustedes planean visitar este árbol de 1.000 años en persona? ¡Cuenten conmigo! Pero por ahora, simplemente disfrutaré las fotografías y la historia del árbol desde la comodidad de mi hogar.