Gato negro no puede dejar de mirar fijo la foto de un oficial naval. Entonces mamá reúne las piezas y comprende.

He tenido una gata durante 16 años. Era la criatura más cariñosa y dulce del mundo. Compartíamos un hermoso vínculo, nos llevábamos maravillosamente bien, y compartíamos nuestra energía y nuestro amor. Simplemente conectamos. Yo era su humana, y ella era mi gata.

Sé cómo es forjar un vínculo sólido con un minino, y sé que es mutuo. Como en esta historia de Max y su mamá, Erin, quien encontró a su gato Yuuki en un refugio. En el momento en que la conoció, supo que era la que debía llevarse a su casa.

Desde el primer momento, Max y Yukki fueron inseparables. Siempre se quedaba dormida en su regazo, o se acurrucaba cerca de su cabeza en la cama durante la noche. Realmente había encontrado a su humano y se había enamorado. Erin dijo: “Max siempre sintió la conexión con cualquier animal que hubiera cerca. Es un encanto.

Apenas seis meses después de la adopción, Max tuvo que dejar la casa para servir en el ejército su primer año en la Marina de EE.UU. Y cuando se fue, Yuuki ya no parecía ella misma. Bajó su ritmo, su lenguaje corporal era triste y sus niveles de energía parecían estar en caída. Realmente parecía que la gata extrañaba a Max, y estaba en un estado de confusión y tristeza.

Fue cuando Erin atrapó a Yukki mirando fijamente una foto enmarcada de Max que ella comenzó a pensar que la gata estaba desolada. Podría haber sido cosa de una sola vez, sin embargo, así que Erin cambió la foto de lugar. Pero la gata la encontró e hizo lo mismo otra vez. Saltó bien cerca de la fotografía y la miró atentamente, lanzando algunos pequeños maullidos y mostrándose triste.
“Simplemente se sienta allí, lo mira fijamente, maúlla y luego se tiende junto a la foto a hacer una siesta. Sé positivamente que lo extraña”, dice Erin. Por suerte para Yukki, pudo acompañar a la familia a ver a Max, y así pudo reunirse y tener un agradable reencuentro. Y tanto como Yukki ama a Max, Max también ama realmente a Yukki. “Mi hijo se preocupa por que ella no lo recuerde”, sigue Erin. “Me da consuelo saber que sí lo hace, y es agradable tener esta prueba para demostrárselo”.

Haz clic abajo para ver este dulce momento en que Yukki mira fijamente la foto de Max.