Papá lleva a su hijo de 4 años con síndrome de Down a conocer a su hermano menor

El amor fraternal no tiene rival. Hay un vínculo irrompible que se comparte con hermanos y hermanas y que nadie puede quitar. Eso, además de todos los recuerdos y de estar juntos para forjar una relación sólida que hace que todo el vínculo sea mucho más fuerte. Y cuando ya eres adulto, es tu deber cuidar de los más jóvenes; ¡especialmente si eres el hermano mayor!

El hermano que llega primero, el mayor, es el líder y el mentor. Es el que lidera con el ejemplo e interviene para proteger y cuidar a los hermanos que lo siguen. El mayor está un poco más adelante en el camino, y por ello puede transmitir algunos importantes mensajes y lecciones vitales, y ser fuente de consuelo también, ¡además de red de seguridad!

El pequeño Kent, de 4 años de edad, probablemente no sepa esto aún, pero sin duda lo siente. Es parte de quien es, y su reacción lo dice todo. Kent pasó de ser hijo único, el pequeño hombre de la casa, a convertirse en hermano mayor ¡y su respuesta a la maravillosa noticia es adorable! Kent nació con síndrome de Down, ¡pero eso le impide ser un chico feliz que vive una vida no menos llena de alegría y disfrute!

Este video es del momento en que Kent y su papá llegan al hospital a saludar a mamá y conocer al pequeño Noah, la última adquisición de la familia. Vestido con un suéter azul marino con las palabras “Hermano Mayor” adornando el frente y agarrando un oso azul con ambas manos, Kent avanza raudamente por el pasillo bien delante de papá, para entrar a la habitación en la que están mamá y su hermanito.

Gracias a Dios que la abuela está grabando, porque perderse este curioso y adorable momento hubiera sido una verdadera lástima. Kent es todo sonrisas cuando es subido a la cama con mamá, y le colocan una almohada en su regazo para que pueda acurrucarse junto al pequeño Noah. Es en este momento que el pequeño mira el rostro del recién nacido, estudiándolo, mirando su pequeño rostro para verlo, comprenderlo, llegar a conocerlo y vincularse. Es un momento hermoso, como para hacer lagrimear a papá y mamá en ese momento, ¡y a partir de ahora, cada vez que lo vean!

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