Un juez está harto de los abusadores de animales. Decide dar al delincuente una cucharada de su propio chocolate.

No hay forma de escapar de la ley. Independientemente del tipo de crimen que hayas cometido, cuándo y dónde, pequeño o grande, serás atrapado y castigado por ello. ¡La justicia puede llegar tarde a veces, pero es servida, eso es seguro!

El juez de Ohio Michael Cicconetti, de la Corte Municipal de Painesville, recientemente sentó un precedente cuando hizo justicia para las víctimas de maltrato de animales. Lo hizo para asegurarse de que todos los criminales sean castigados; “todos” incluye a quienes son injustos con los animales y abusan de ellos. El Juez Cicconetti está harto de animales matratados, y era hora de hacer algo para arreglar el problema.

Pero a diferencia de otros jueces, el castigo de este juez no involucra un valor monetario o pequeños períodos de prisión. El juez Cicconetti se puso creativo, y todos están complacidos con lo que se le ocurrió. La razón por la que sintió que debía ser creativo es porque el juez cree que las multas en dinero y períodos de prisión no detienen a los maltratadores de animales de ser reincidentes. Entonces el hombre quiso dar a estas personas una cucharada de su propio chocolate.

Probablemente te preguntas en qué consisten estos castigos. Varían dependiendo del crimen, y están diseñados para hacer que el criminal se sienta culpable por lo que hizo. Por ejemplo, en 2015 una mujer fue encontrada culpable por permitir que su perro, Moose, viviera en un entorno asqueroso durante una semana. Así que para devolverle lo que hizo al perro, el juez la sentenció a permanecer en la parte más sucia del vertedero del condado durante ocho horas. Indudablemente está intentando dar a estos delincuentes una probada de su propio chocolate.

Otra mujer fue responsable por abandonar a 35 gatitos, nueve de los cuales murieron. A esta mujer le pidieron que pagara un precio considerable por su cruel crimen: Michelle, la delincuente, se le ordenó pasar 14 días en prisión más 15 días bajo arresto domiciliario. Se le ordenó que donase a la Sociedad Humana $3.200, una donación de $500 a los guardaparques que encontraron a los gatitos, además de una noche sola en el bosque. Además de esto, no se le permitió llevar ni comida ni ningún entretenimiento al bosque. Probablemente esto es exactamente lo que sintieron los gatitos abandonados: abandono.

El enlace de abajo es una grabación de la sentencia del juez a un criminal por su crimen. ¡Debes escucharlo!