Mamá perruna de dos graba a sus perritos cuando se va a trabajar, la filmación derrite corazones

Como dueña de perros, uno comprende el vínculo que tiene con su chucho, y viceversa. Una vez que traspasamos la puerta del frente luego de un largo día, nuestros peludos amigos están allí para darnos la bienvenida como si hubieran estado todo el día esperando nuestra completa atención.

O si tienes un canino malcriado, podría ser lo opuesto: Huir rápidamente con aire culpable al llegar tú a casa, porque han dejado los almohadones del sofá en tiras otra vez y enterraron tu par de zapatos favoritos. Pero, bueno, ¿qué podemos decir? Nuestros perros siguen siento nuestros perros, y los amamos un montón, con desobediencias y todo.

Una mamá perruna decide grabar la reacción de sus dos perros, curiosa por saber qué hacían cuando ella se iba. Quiero decir, es bastante astuto; todos nos preguntamos qué hacen nuestras mascotas cuando no estamos allí, ¿verdad? En apenas unos segundos, sus dos perros comienzan a aullar sincronizados, como si cantaran una canción, como si sus lamentos pudiesen traer de regreso a su mamá en un abrir y cerrar de ojos.

Luego de dejar de aullar unos minutos después, el dúo mira fijamente hacia fuera desde la puerta de la casa, esperando ver a su dueña regresar. Me imagino a los perros pensando: “¡En cualquier momento mamá estará en casa!”

Incluso aunque su dueña sale de la casa varias veces todos los días, ninguno de los dos puede soportar la idea de ella dejándolos solos. Creo que se me rompió el corazón. La expectación no disminuye, aunque su energía sin duda lo hace.

Sin embargo, los perros no se rinden. Se quedan echados uno junto al otro, mirando fijamente y esperando que su amada dueña no los haya abandonado, y como si de hecho pudiera provocar el regreso que ellos esperan. Desgarra el corazón, ¿verdad? Dios mío, si sólo pudiésemos comunicarnos con nuestras mascotas para decirles que regresaremos sin duda alguna y a qué hora.

Si te gustan las emociones agridulces, debes ver el video de abajo. Parte de mí quiere reírse cuando los perros imitan mutuamente si comportamiento, ¡y otra parte de mí lo siente por esos pobres, ansiosos chuchos y su desesperación por la llegada de su dueña!