Mamá hace que los niños vayan a la cama con pijamas que brillan en la oscuridad que deben “cargarse” estando quietas

Seamos sinceros: a la mayoría de los niños no les gusta escuchar la frase “A la cama”. Para algunos niños a la cama es una breve sentencia a la cárcel, pues deben dejar de lado sus juguetes y volver a la aburrida cama otra vez… sin si, ni y, ni peros. Y si el niño tiene escuela al día siguiente, lograr el cometido puede ser dos veces más difícil. ¡Ningún niño quiere decir adiós al fin de semana!

Especialmente con tecnología en la imagen, hacer que los niños vayan a la cama a tiempo se ha convertido en una epidemia creciente para los padres de todo el mundo. ¿Lo peor de todo esto? No hay dos niños exactamente iguales. Por lo tanto, mamá y papá deben intentar cosas diferentes para hacer que sus inquietos hijos duerman: darles leche tibia, leerles varias historias para dormir, cantar melodías suaves, lo padres intentan todo. Pero si estas cosas no funcionan con algunos niños, ¿qué queda por hacer?

¡Mamá Jessica d’Entremont tiene una táctica singular que descubrió por error!

d’Entremont siempre tuvo problemas para hacer que sus dos hiperactivas hijas vayan a la cama. Cuando compró al duo unos pijamas que brillaban en la oscuridad, pensó que quizás esos divertidos pijamas podrían alentar a sus pequeñas a prepararse para ir a la cama más temprano. Pero no fue hasta que sus hijas se quejaron de que los pijamas no brillaban como se suponía debían hacerlo (porque no habían sido expuestos a la luz lo suficiente) que esta madre de dos ideó un astuto plan.

La mamá dijo a sus pequeñas que debían quedarse quietas bajo la luz para que sus pijamas se “carguen”. Por supuesto que, como cualquier niño fascinado por su brillante pijama haría, la escucharon y se quedaron muy quietas en el suelo esperando que comenzara la brillantez.

No fue casualidad que las niñas comenzaran a cansarse antes de que sus pijamas estuvieran totalmente “cargados”. Fue entonces que d’Entremont apagó las luces. las habitualmente reacias hermanas no tuvieron una rabieta antes de acostarse, sino que se acostaron pacíficamente. ¡Qué alivio para mamá!