La mayorÃa de los padres te dirán que han hecho grandes sacrificios por sus hijos. Algunos padres regresan a estudiar por sus hijos, para comenzar una carrera mejor. Algunos se mudan a una ciudad más segura que sea más amigable para los niños. Y algunos incluso abandonan sus sueños, metas y deseos personales para dar a sus hijos la mejor vida posible. Hacer esos sacrificios puede ser muy difÃcil pero, a fin de cuentas, muchos padres no se arrepienten de sus decisiones.
En cuanto a Jacob Kiper, decidió bajar de peso por sus hijos mellizos. Antes de su transformación, el padre de 38 años pesaba casi 300 libras. Una de las principales razones por las que decidió bajar de peso fue poder seguir fÃsicamente el ritmo de sus hijos.
“Mis hijos acaban de cumplir 8 años, y lamentablemente durante la mitad de sus vidas les di un papá que no podÃa estar activo fÃsicamente, que no podÃa perseguirlos, no tenÃa la energÃa”, dijo el papá. “Me gusta saber ahora que les he dado a mis hijos el papá que se merecen”, explicó Kiper.
Aparte de considerar que sus hijos se podÃan beneficiar de su pérdida de peso, sabÃa que su salud también dependÃa de ello. Fue su esposa quien lo ayudó llamándole la atención sobre ello.
“Con los años, mi esposa comenzó a estar muy preocupada sabiendo que mi familia tiene un historial de enfermedades coronarias y problemas de salud relacionados con una dieta pobre”, dijo. “Realmente deseaba que hiciera un esfuerzo honesto para recuperar el control de mi salud”.
Entonces, una de las primeras cosas que hizo Kiper fue trabajar en las porciones que consumÃa diariamente. Antes de su dieta, comÃa muchos alimentos fritos, las rosquillas eran su tentempié favorito, y en muchas comidas consumÃa entre tres y cuatro porciones de una sola vez.
El programa Weight Watchers (Observadores del Peso) lo ayudó a controlar las porciones, como asà también a introducir alimentos sanos en su dieta. Comenzó a consumir más vegetales, frutas y alimentos de alto valor proteÃnico.
El papá también comenzó a ir al gimnasio. Otras veces hacÃa actividad fÃsica jugando con sus hijos, o haciendo senderismo con ellos.
Con el paso de las semanas, comenzó a notar una mejora en su psiquis, y también sus compañeros de trabajo.
Luego del paso de un mes y medio, este padre trabajador casi habÃa perdido la mitad de su peso. En los meses siguientes pudo correr con sus hijos sin problemas, sin quedarse sin aliento. Inclusive declaró que su salud mental mejoró mucho como resultado.
“Ahora que he retomado el control de mi propia salud, me siento mucho más fortalecido, y siento mucha más seguro haciendo que nuestros pacientes en la clÃnica tomen alguna de estas decisiones”, dijo.
Por supuesto, Kiper admite que su proceso de pérdida de peso fue mucho más fácil de decir que de hacer.
“Habrá contratiempos de vez en cuando. Aunque he perdido peso, sin duda que ha habido dÃas o semanas en la que mi ingesta fue menos que ilustre, y no algo con lo que estaba realmente contento, pero continué y me reencaminé, y seguà adelante”.
¡De cualquier manera, merece una buena palmada en la espalda por su entrega y compromiso para lograr un estilo de vida más sano y ser un gran padre en general! No es fácil hacer cambios tan drásticos y ceñirte a ellos todos los dÃas.
Mira abajo para ver la impresionante transformación de Kiper.