Papá dice adiós a los niños el primer día de escuela. Luego gira la cámara y muestra lo emocionado que está.

Cuando la escuela cierra durante el verano, los estudiantes están entusiasmados por no tener que asistir a clases. Los libros se cierran, los lápices se guardan y la tarea y el estudio pasan al asiento trasero durante un par de meses. Verano significa días llenos de diversión al sol, y cálidas noches con una suave brisa. Significan más tiempo para la familia y viajes, campamentos de verano, dar saltos en la playa, jugar en el jardín y muchas más actividades al aire libre con menos apurones temprano por la mañana.

Luego termina agosto, cuando los días cálidos pasados junto a la piscina o jugando béisbol van desapareciendo. Las compras de cuadernos, lápices y crayones para la escuela comienzan a medida que se acerca el primer día de escuela, y los pequeños tienen todo listo para salir corriendo. Las prendas de verano se guardan, las primeras hojas comienzan a caer y se va haciendo obvio que las cosas buenas se acaban. ¿O no?

Este es un video cómico que comienza con gran inocencia. Papá filma a mamá con sus dos niños parados al final del camino de entrada. Es el primer día de escuela, y ambos niños están munidos con sus pequeñas mochilas listos para irse. El gran autobús amarillo se detiene y se abre la puerta, listo para que los niños suban a bordo. La hermana se sube, seguida por el hijo, quien hace una pausa para mirar hacia atrás y hacer una mueca graciosa. Es una separación entre hijos y padres, y uno supone que será un momento de tristeza. Después de todo, los niños crecen con gran rapidez. En un momento están corriendo en pañales, y al siguiente se están yendo a la universidad.

Y aquí comienza la parte divertida. Apenas los niños se suben al autobús y se van, papá gira la cámara para revelar la verdad: ¡No puede estar más feliz! En lugar de estar triste y deprimido porque sus bebés han crecido, papá salta de felicidad gritando “¡Uaaaajúuuu! ¡Iuuupiiiiiii!”. De verdad es muy gracioso y esclarecedor, y por mucho que amemos a nuestros hijos, es un sentimiento con el que, estoy segura, muchos padres pueden identificarse en un momento u otro. A veces simplemente necesitas ese tiempo personal, y no es posible con los niños alrededor. Entonces, ¿qué mejor para tener algo de paz y silencio que enviar a los pequeños a la escuela?

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