Mira, me encantan las patatas. Patatas asadas, puré de patatas, patatas gratinadas, patatas fritas, croquetas de papa… dime cómo, yo las como. Son absolutamente deliciosas. Quizás no sean lo más sano, pero tienen su ración de nutrientes. Las patatas contienen vitamina C y D, además de minerales como calcio, potasio, zinc y magnesio.
¡Nada mal! Este tubérculo rico en almidón también es accesible para la mayoría de la gente, relativamente barato ¡y fácil de almacenar durante meses! Pero si eres de los que odian las patatas, te tengo algunas noticas que podrían poner todo cabeza abajo: ¡la humilde patata puede usarse para producir suficiente electricidad para mantener una habitación iluminada durante más de un mes! Correcto… ¡La energía de patata existe!
Haim Rabinowitch es profesor de ciencias y agricultura en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Rabinowitch y su equipo descubrieron una forma de transformar una patata en una batería sorprendentemente potente. Aparentemente, una patata cruda puede producir energía por sí misma, pero luego de hervirla durante 8 minutos, produce 10 veces esa cantidad. Cabe señalar que la patata misma no es realmente una fuente de energía. Al unir dos metales a la patata, tiene lugar una reacción química que libera energía.
El juego completo de baterías de patata consiste en: una patata, dos electrodos metálicos y pinzas cocodrilo. Con este juego, Rabinowitch probó que una patata puede usarse para proporcionar iluminación a una habitación con luces de LED ¡por hasta 40 días! Considerando que las patatas son uno de los cultivos más abundantes del mundo, ¡este es un desarrollo sorprendente para proveer energía en regiones pobres y subdesarrolladas!
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