Trillizas crecen sin padres. Encuentran trabajo para ayudarse entre ellas, y aquí están ahora.

La vida a veces tiene altibajos, y no hay manual de instrucciones. Siempre tienes que encontrar tú la manera de salir de problemas que no previste, pero siempre hay luz al final del túnel. Si por alguna razón no crees en este dicho, quizás la historia de abajo te haga cambiar de opinión.

Te presento a las trillizas Yeckes, tres chicas que enfrentaron adversidad tras adversidad, pero triunfaron al final, contra todo pronóstico. Sierra, Kassidy y Hailey alguna vez creyeron que no podrían completar la escuela primaria y secundaria, pero hoy están por comenzar su primer año en la universidad.

Las adolescentes dicen que se asombran unas a otras por sus éxitos, y que si no hubieran tenido el apoyo de sus hermanas, podría no haber sido tan fácil, quizás ni siquiera posible.

Las tres hermanas vivieron sin muchas cosas: no tienen padres, nunca tuvieron un hogar permanente, muy poco que comer, y limitados atuendos que vestir. Comenzaron a trabajar a edad muy temprana para lograr arreglárselas ellas tres solas. Las chicas incluso comenzaron tarde la escuela porque su abuela, que en algún momento se ocupó de ellas, no creía en la escuela; no comenzaron a ir a la escuela hasta los ocho años.

Luego su padre salió de prisión, y entonces las hermanas se mudaron de la casa de su abuela a la de su papá. Pero él a menudo no estaba allí; se iba durante semanas, y a veces meses, dejando a Sierra, Hailey y Kassidy a que se alimentaran y se valieran por sí solas. Las chicas recuerdan que un día, cuando su padre no estaba, balearon su casa. Fueron tres balas. Pensaron que las cosas no tenían sentido, eran sospechosas.

Luego de ese incidente se fueron a vivir con sus otros abuelos, pero recuerden que incluso en su casa les daban de comer limitadamente, y apenas alguna ropa o artículos de tocador. Pronto comenzaron a cuidar niños y trabajar en una tienda local. Iban a la escuela y luego, al salir, directamente a trabajar; a veces trabajaban hasta la medianoche, y por la mañana comenzaban su rutina otra vez.
A pesar de las adversidades, las tres chicas mantuvieron una nota promedio general de 4.0, lo que les granjeó becas completas para la Universidad de Las Vegas. Las chicas también recibieron regalos especiales por su graduación. Fue una emocionante sorpresa.

¡Haz clic en el enlace de abajo y mira la historia de estas chicas!